Contaba el bueno de Pau Donés en el libro Superar la dislexia, de Luz Rello, que “los disléxicos somos mejores persianas… ¿o era personas?”. Una cita que, más allá de la confesión, el humor y la hipérbole, esconde un mensaje de empoderamiento muy valioso para ese 10% de la población que tiene dificultad en el aprendizaje: se puede llegar a cualquier sitio con ella.

El músico, recientemente desaparecido, es más que un ejemplo de que todo es posible. Cada vez que un famoso de éxito como Pau sale del armario de la dislexia, un niño con problemas de lectoescritura encuentra una motivación más para seguir trabajando. Ese niño hoy es Manu, un chico con riesgo de trastorno en el aprendizaje que con tan solo 9 años se pone delante de nuestros focos y cámaras para contar y normalizar su experiencia con una madurez asombrosa: “Me parece mal que se rían de ti porque al que se ríe también se le dará mal alguna cosa que a los otros se le dará bien”.

En este precioso reportaje visual podéis escuchar a Manu, a su madre y a Luz Rello hablar sobre la dislexia.

Manu da con la clave. Nadie llamaría enfermedad a la falta de destreza con un balón de fútbol. Nadie es menos inteligente por no haber sido agraciado con un buen oído para la música o con una buena mano para las artes plásticas. Pues con la dislexia pasa tres cuartos de lo mismo. La dislexia es

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