Detrás de cada historia de éxito suele haber un pasado de sacrificio y momentos difíciles.

El inversionista Guy Hands echa la vista atrás y cuenta su difícil niñez, durante la que fue duramente acosado en la escuela.

Hands, quien padecía una severa dislexia, emigró a Reino Unido desde Zimbabue a los tres años.

Su condición de niño «diferente» lo hizo ser víctima de bullying en la Inglaterra de fines de 1960 y comienzos de 1970.

«Llegó un momento en que perdí el control cuando tenía 9 años. Teníamos una maestra que no era muy buena a la hora de controlar la clase, así que el bullying fue de mal en peor», recuerda Hands.

«Un día estallé y, no estoy orgulloso de ello, terminé tirando abajo el escritorio de otro niño».

Por ese episodio, Hands fue traspasado a una escuela especial durante dos años, donde las cosas fueron a peor.

«Pasé cuatro días en un hospital porque un niño, accidental o deliberadamente, trató de ahogarme», comenta Hands, de 59 años.

Hoy Hands es uno de los inversores más exitosos en Reino Unido. Es el dueño del fondo de inversión Terra Firma y posee una fortuna estimada de US$335 millones.

Fundó la compañía en 2002 luego de hacerse nombre en importantes firmas como Goldman Sachs.

Hands afirma que sus momentos de desolación en su infancia le impulsaron a hacer algo importante con su vida.

«No es algo poco común, emigrar a un país y sentir ese sentimiento de no pertenencia combinado con la presión de que tienes algo que demostrar. Encima de eso, le añades una extrema dislexia, así que solo te queda ahogarte o nadar. Yo elegí nadar», asegura el inversor.

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