Si alguien sabe sobre las dificultades del aprendizaje, es Luz Rello: licenciada en Lingüística y doctora en Informática por la Universitat Pompeu Fabra, Ashoka Fellow e investigadora asociada en la Carnegie Mellon University, ha recibido varios premios a su labor profesional. En 2016 fundó la empresa social Change Dyslexia, desde la que trabaja junto a un equipo interdisciplinar en la detección precoz de la dislexia y ofrece recursos para superar dificultades de aprendizaje que genera.
Acaba de publicar en el sello Timunmas la colección de cuentos DytectiveU, cuidadosamente ideada para niños que inician el aprendizaje de la lectura teniendo en cuenta las necesidades de estos lectores. No son unos cuentos cualquiera, pues están guiados por conocimientos científicos e incluyen actividades de entrenamiento lector, así como una guía para padres y educadores.
¿Qué recuerda de sus lecturas infantiles? Ha confesado que le costó mucho aprender a leer.
Recuerdo aprender unos cuentos de memoria porque no sabía leer, pedía que mi madre me leyera cada línea varias veces para aprenderlo de memoria y luego me lo aprendía y hacía como que leía. Recuerdo que la letra era pequeña y muy difícil de leer. Esta es una de las razones que me han hecho escribir El misterio del Huevo y El misterio del antídoto azul para que el inicio de la lectura sea más fácil para todos. También recuerdo que algunos libros eran un poco aburridos (sobre «la granja» o tareas rutinarias de los niños «alguien va al colegio». Por eso, he elegido temas que sean más interesantes para los niños (y los padres).
PRUEBA DYTECTIVEU, la herramienta de estimulación cognitiva
¿Qué recomendaría a los padres de los niños disléxicos y con dificultades de aprendizaje?
Hablar con sus hijos abiertamente, normalizando la dislexia de una forma madura y transparente para que sus hijos sean conscientes de que no está relacionado con la inteligencia, y que con trabajo lo pueden superar.
Descubre el nuevo libro de Luz Rello:
¿Qué medidas y acciones cree que se deberían adoptar para fomentar la lectura? ¿Están los más pequeños -al igual que los mayores-, sujetos a un exceso de estímulos audiovisuales a golpe de clic?